Preludio a "Kassel no invita a la lógica", de Enrique Vila-Matas:
¿Quién creyó que Enrique Vila-Matas era un artista en su torre de marfil, que únicamente buscaba modos de seguir "rizando el rizo" y convencer a los demás de que sabe mucha literatura?
Si alguien creyó eso alguna vez, con cada nueva obra desmiente más el tópico. Así, "Kassel no invita a la lógica" es no sólo una aproximación al ensayo artístico desde la narrativa ni tampoco sólo una divagación respecto al arte de vanguardia sino un paseo lleno de frescura, de optimismo, que invita a creer en la fuerza del arte, en la energía y el poder del arte en la sociedad.
Con un tono que rezuma autenticidad, el autor penetra en la Documenta de Kassel y nos muestra cómo se va gestando su pensamiento, cómo la contemplación del arte, la conversación con las organizadoras y la visión de propuestas rompedoras va gestando corrientes eléctricas, soplos, impulsos, que llevan a crear en las posibilidades del arte y su papel en la sociedad actual.
“Me habría gustado
confesarle en aquel momento a Boston que me parecía increíble que no hubiera yo
sabido advertir desde el primer momento que lo político o, mejor dicho, la eterna quimera de un mundo humanizado, era inseparable de la investigación artística y del arte más avanzado."
Y la conciencia se hace joven, despierta, reveladora, ágil y clara como la mañana.
Nunca hasta ahora había mostrado Vila-Matas con tanta intensidad que el arte es lo que está pasando ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario