viernes, 12 de enero de 2018

Algunas lecturas para el cambio de año


Quiero dedicar unas líneas a algunos de los libros que me han hecho los días de este año más felices (y de los que no hubiera hablado antes). En gran parte como memorándum para mí misma para poder asimilarlas y recordarlas mejor.  Y sobre todo como homenaje y agradecimiento a sus autores y editoriales por el buen rato disfrutado. También quiero agradecer el trabajo insustituible de algunos libreros de vocación, como Xavier de Vaporvell (Premià de Mar) o Eva de Portadores de Sueños (Zaragoza), siempre atinados en sus recomendaciones lectoras. Muchos son obras actuales, otros son reediciones o traducciones recientes. Ahí van, con unos breves comentarios a cada una:


Maggie O'Farrell (2016) Tiene que ser aquí (Libros del Asteroide), 2017
A través de la historia de una pareja y su búsqueda del lugar en el mundo, por encima de su pasado (como pareja y por separado) llevamos a cabo la inmersión en un mundo poblado de claroscuros entre Irlanda y Estados Unidos, que penetra en sensibilidades diversas y no resulta indiferente. Maggie O'Farrell hace además alarde de un registro técnico con un gran abanico de posibilidades. Un libro apasionante, sorprendente.








Marta Orriols- Anatomia de les distàncies curtes (Periscopi), 2017

La ópera prima de Marta Orriols, escritora barcelonesa de nueva hornada, es un producto sin duda agraciado. La portada y la colección de Periscopi es de las que invitan a la lectura y presenta un aire desenfadado y moderno. No nos defraudará: Orriols presenta diversas situaciones de la vida moderna enfrentados entre pequeñas desgracias (muertes o accidentes) situaciones tragicómicas de celos o infidelidades. Todo ello haciendo gala de una gran capacidad escénica cinematográfica, y ligereza e ironía no exentas de una profunda sensibilidad.

Alice Munro (1990) Amistad de juventud (Alianza), 2010
Por fin he leído a la gran Munro. No hay que dejarse engañar por el título: Munro no tiene nada de "sensible" a la tradicional usanza que se relaciona a lo femenino (lo sensible, lo delicado...): sus relatos son sagaces, maliciosos, y exploran un alma femenina nada simple ni blanda sino hecha de recovecos, pasiones audaces, envidias y malignidad rabiosamente inteligente. Galería de personajes y situaciones ocurrentes e inolvidables. Una delicia de lectura para poner especias a las vacaciones.


Rosamond Lehmann (1927) A la intemperie (Errata Naturae), 2017
Cercana al círculo de Bloomsbury, si bien su nombre no consta en la primera fila, su prosa resulta tan directa como delicada. En "A la intemperie" seguiremos los pasos de la protagonista de "Invitación al baile". Pasada la virginal adolescencia de la protagonista, nos hallaremos ante el retrato de una mujer joven que debe asumir las consecuencias de su espíritu libre y la vivencia de un amor sin futuro.

Elizabeth Strout- Me llamo Lucy Barton (Duomo ediciones), 2016

Esta novela me sorprendió por lo que tiene de leve, de sutil, de apenas nombrado. Que se alejen de esta lectura quienes necesiten una peripecia concreta o la descripción de unos espacios determinados. Pero si se disfruta sobre todo con la voz narrativa y la forja en sí de la experiencia literaria, esta novela enamora por cómo la protagonista se perfila a sí misma entre sombras y recuerdos y mientras conversa con su madre anciana.

Joan Garcia del Muro- Com ens enganyem (Ed. Bromera), 2007 i Soldats del no-res (Eliseu Climent), 2017.

Todos deberíamos leer a  uno de nuestros filósofos catalanes más brillante y con un don más marcado para la divulgación. En estas dos obras se analizan temas de rabiosa actualidad con una perspectiva filosófica-crítica, desde el análisis de las trampas de la postmodernidad y los disfraces varios que ocultan la verdad. En "Com ens enganyen" se analizan fenómenos diversos como las matanzas de Ruanda o la crisis de los refugiados y de qué manera se nos manipula con los medios de información, así como los intelectuales se resisten a posicionarse. "Soldats del no-res" analiza el perfil de las nuevas juventudes yihaidistas, especialmente las residentes en Catalunya, para desmontar los tópicos habituales y poder leerlos no como "un problema del Islam" sino como un problema de las sociedades contemporáneas vacías de sentido, que dan como fruto adolescentes vacíos de identidad y carne de cañón para cualquier extremismo que les dé una vida heroica. Clarificador.

Annie Ernaux- Regarde les lumières mon amour (Seuil), 2014

Esta obrita se puede leer en un par de sentadas relajadas. De tono ligero a la par que reflexivo, Annie
Ernaux se plantea la inclusión a los supermercados Auchan como una aventura vital, un poco en la línea de Julio Cortázar y Carol Dunlop en la carretera francesa. El libro es un dietario de todas las visitas a lo largo de un año al gran supermercado y todo aquello observado en el entorno del mundo comercial y sus visitantes. Clarividente y refrescante.

Vivian Gornick (1987) Apegos feroces (Sexto Piso), 2017
"Apegos feroces", clásico moderno autobiográfico recuperado por Sexto Piso en traducción de Daniel Ramos Sánchez, es una obra insustituible. La relación entre una escritora y su madre ilumina todo el relato. En parte porque las historias que se narran del Bronx de mitad de siglo resultan apasionantes. Pero sobre todo porque los dos personajes, madre e hija, son magnéticos, de aquellos que no se olvidan. Los diálogos, tan fieros como tiernos, nos conmueven, nos llevan a la risa, nos enamoran.

Edna O'Brien (1970) Un lugar pagano (Errata naturae), 2017
Continuando con la publicación de toda la obra de la gran escritora irlandesa, ahora tenemos ocasión de leer la que fue su primera novela.
La descripción de los parajes rurales y la infancia, a ratos algo redundante, pero siempre interesante, acaba desembocando en la configuración de un despertar de la muchacha protagonista a la conciencia de ella como mujer y a la vida sexual. La combinación del modo turbio en que se produce tal descubrimiento y el un entorno paradisíaco resulta estremecedor.

Mary Karr (1995), El club de los mentirosos (Errata / Periférica), 2017.
Otra narración autobiográfica que resulta tan apasionante como adictiva. Karr nos relata sus orígenes en un pueblo de Texas y su infancia y adolescencia acompañada de su práctica hermana y sus heterodoxos padres, en un entorno a menudo amenazador. Algunas secuencias nos moverán a risa, otras a espanto. Pero lo mejor del libro es la ironía y ternura con que trata a todos los personajes y con que acompaña al lector hasta el final, incitándole a amar la vida tal y como se presente.

Javier Marías- Berta Isla (Alfaguara), 2017

Qué puedo decir de Marías. A unos gusta y otros no. Tiene sus lectores, y yo me cuento entre ellos. Leer Marías me resulta placentero ya de por sí, por su estilo donde pesa más los meandros de la sintaxis y el pensamiento que la acción en sí misma.  En cuanto al tema del libro, creo que es uno de los más logrados, y que Marías consigue como en el último ("Así empieza lo malo") aplicar a la perfección su inconfundible estilo a una intriga basada en los intríngulis de las relaciones humanas y al relato de unos hechos donde despuntan las preocupaciones morales en relación a sucesos de nuestra historia reciente. El retrato de la mujer protagonista, Berta Isla, sin ser del todo completo, arrastra una intriga convincente sobre dobles vidas y espionaje, y sobre todo aquello que nunca se cuenta dentro de una pareja.

Elisenda Guiu- Magnetismos, 2014 y El naixement (Aroa editors), 2017

La dramaturga masnovina es también un valor a descubrir. Por ahora he leído estas dos obras que me han resultado de una gran agilidad y frescura. "Magnetismos" retrata los encuentros y desencuentros entre una galería de personajes. El humor, los enredos, los virajes argumentales repentinos, marcan la trama, mostrando las cualidades indudables dramaturgas de la autora. "El naixement" trata el tema del independentismo catalán, yuxtaponiéndolo al tema del nacimiento y cómo estos remueven las relaciones familiares y de pareja. "El naixement" muestra sobre todo una capacidad humorística y paródica envidiable y muy necesaria en nuestros tiempos, que todavía se podría llevar más lejos.

Antón Castro- Golpes de mar (El Viento), 2017
El gallego Antón Castro y afincado en Zaragoza, polifacético escritor, crítico y coordinador del Artes y Letras del Heraldo, publica, después del exquisito poemario "Vivir del aire", una reedición de sus primeros relatos. En ellos se configura un ambiente tan fantástico como delicado y sugerente. Leyéndolos nos sentiremos nosotros también enamorados del mar, de las leyendas, de jóvenes marinos inconstantes, y desearemos dejarnos llevar por sus misterios insondables. Una prosa hipnótica, evanescente, que nos invita a soñar.

Elisa Rodríguez Court- Decir noche (Eutelequia), 2012
La canaria Elisa Rodríguez Court, además de crítica y generosa gestora de la página de Facebook Leyendo a Enrique Vila-Matas, es autora de libros inclasificables que funcionan de homenaje a la literatura a través de un sólido yo literario. El último, "Dime quién fui", también un homenaje a la memoria personal y al paso del tiempo.
 "Decir noche", su primer libro, elaboraba un catálogo de escritores en su relación a la nada. Homenaje indudable a los Bartlebys de Vila-Matas,  los escritores se encuentran como figuras fantasmagóricas, dialogan entre sí de manera casi cinematográfica, en secuencias simétricas y muy sugerentes.

Fernando Aramburu- Patria (Tusquets), 2016
También ha caído a mis manos el que ha sido una de las mayores ventas del año 2016 y 2017. Reconozco que "Patria" es una novela adictiva y que
recoge de manera escalofriante el ambiente de un pueblo pequeño respecto al conflicto vasco y la lucha armada de ETA. A veces sentiremos haber captado al vuelo un vislumbre de toda la complejidad humana de los diversos afectados en el conflicto. Otras la lectura se nos hará repetitiva o el perfil de algún personaje incompleto. De todas maneras, un reto tan monumental como el que se propuso Aramburu debía ser por fuerza imperfecto.

Marco Aurelio (179), Pensamientos para mí mismo (Errata Naturae), 2017
Libro clásico como los haya del gran emperador romano que hace gala de una sabiduría y un  pensamiento estoico insobornables. Su lectura, pausada y fragmentaria, que puede inserirse en cualquier pequeño instante que se nos brinde para meditar, es un faro que alumbra en la necesidad de ser consecuentes con lo que uno considera bueno, sino atenerse al qué dirán, siendo benevolente con los defectos de los demás sin dejarse influenciar por las críticas ni la necesidad del aplauso ajeno.
La nueva edición de Errata Naturae es de un objeto exquisito y cuidado que nos alcanza perlas como esta:




Aunque algún otro sea un luchador más hábil que tú, esto no ha de importarte. No obstante debes procurar que no sea más afable, más modesto, que no acoja mejor los accidentes de la vida ni sea más indulgente con los errores del otro.







martes, 9 de enero de 2018

Nieve para empezar el año








Cuando estaba a punto de acabar el año, mi mirada reparó en un resplandor espectral blanco y rosado que sucumbía en lo alto de las montañas pirenaicas. Fue algo breve, levísimo, antes de que la opacidad del blanco lo devorara todo.  Pero me bastó.
Me bastó para recordar que lo sublime se halla al alcance de la mano, si uno se detiene en el momento preciso. Me bastó para pensar que para el año nuevo no necesito nada especial. Ni que pase nada sorprendente. Ni éxito alguno. Ni nuevas compañías necesariamente, como tampoco que las antiguas deban demostrar de manera fehaciente sus fidelidades. 
Nada de propósitos ni objetivos de año nuevo, me dije. Todo cuanto puede hacerme feliz ya existe.
El silencio en la casa, unos pocos ratos. Unas cuantas alegrías.
La compañía a veces ruidosa y otras callada de mis queridos.
Un instante que me regalo a mí misma para libros.
Emprender unos pocos viajes, unas cuantas andanzas a lugares repetidos o nuevos.
Hacer unas pocas cosas a conciencia, cuando uno las cree necesarias y nunca por recibir aplausos.
Mantenerse firme para que la vorágine diaria nunca arrastre la sonrisa, ni el disfrute en sí mismo, ni la benevolencia por cuanto es uno y también por todo aquello ajeno.
Sentir las pisadas de mis piernas en el suelo.
Captar la delicia de aquello que está siendo antes de que deje de ser, que el tiempo pase, que las personas crezcan o envejezcan o se alejen o transformen.
Ser capaz de mirar alrededor y ser amable siempre, sin dejar que la indignación ni la ofensa traspase, permitiendo solo al aire hacernos vulnerables a lo nuevo.
Una vez más, solo hace falta conservar estos instantes de detenimiento y apreciar el segundo que se desliza, tan magnificente como esta nieve magnánima que invita a recorrerla sin más pretensiones.


No desear nada más que esto, y nada menos.